Proclama libertaria "Acciòn Directa choripanera "

Hemos decidido el uso de la acción directa libertaria, el ejercicio de la violencia verbal contra el sistema y sus medios masivos de estupidización, convencidos de que esa herramienta en manos de los explotados es justicia libertaria.

Por acción directa entendemos la palabra procaz, infamante, vulgar, insultante, calumniosa, indecente con el violento fin de la denuncia, pero no la denuncia boluda de TV botona contra choros de poca monta o palurdos de tercera que tratan de hacerse una tajada de lo que queda, sino la denuncia al robo que el propio sistema significa, la denuncia de la apropiación, del lucro, de la propiedad y la esclavitud del trabajo asalariado, de la propia lógica del sistema, del robo que significa trabajar para otro a cambio de un salario para comprar las cosas que otros producen a cambio de otro salario miserable, cuando al fin y al cabo nada debería faltarle a nadie. La denuncia violenta a la servidumbre que todo tipo de poder y sujeción de los hombres a los hombres significan.

Medios masivos, desarrollistas urbanos, sojeros, banqueros, usureros y financistas varios, terratenientes, curas y pastores, políticos, inmobiliarias, call centers, industria de la moda, apropiadores de cuerpos y conciencias temblad, el choripan libertario les hará salir fuego por el orto con su chimichurri justiciero.

Nos infiltraremos en cada grieta del poder dejando nuestro mensaje en la oscuridad al alcance de todos los que puedan leerlo. Ahí cerca que baste con solo baste estirar la mano para dar un mordiscón de sochori anarca y revancha popular.

Nuevas épocas nos reclaman, no cesaremos en la intervención de resistencia
comunicacional urbana que hoy empezamos.

¡ni dios, ni patria ni ley!

sábado, 26 de febrero de 2011

FELICIDADES

por Mario N. ZONIS (*)

Feliz año nuevo a los que amanecen en el 2011 sin el peso de la culpa, llenos de una vida en que la pasión venza a la negación y la dicha encienda luminarias donde la amargura acostumbra a echar su manto negro.
Feliz año nuevo a quienes tienen afectos y no los ocultan, a los que creen que los semejantes son cercanos pasajeros de un viaje hacia un puerto brillante en un lejano horizonte.
Felices los que dejaron en el pasado las pesadas maletas cargadas de arena, quienes con el corazón ligero derraman sobre la tierra orgullo y hastío; y, generosos, buscan la humildad.
Feliz año nuevo a todos los que despierten sonrientes y agradezcan lo conseguido y lo no hallado, embelesados por el don de la vida, a pesar de las cicatrices en la piel, las rosas marchitas y los perros abandonados.
Año venturoso para quienes puedan saborear el plato de alimento y se complazca con el pan servido en plato ajeno; la vida es un don, un milagro de la contracción del útero, deseo supremo, espíritu elevado a instancias superiores.
Que sea un año venturoso para quienes nunca maldicen y frenan su propia lengua, ahorran palabras y perfuman los senderos de los sentimientos.
Que lo sea también para quien es cauto en el mirar, el que, si tropieza, no cae por el barranco de la envidia ni se pierde en las sombras del miedo, como el eco de sus propios sentimientos.
Feliz año nuevo para quien se niega a ser tan viejo como para soñar con poseer todo nuevo: cuerpo, corazón, automóvil y amor; vivir es una gracia para quien sonríe ante sus arrugas y acepta sus límites como un cerco florido de un palacio de ensueño.
Un feliz año a todos los que saben ser gordos y alegres, endeudados y sonrientes, carentes de caricias pero plenos en sus anhelos de fortunas merecidas.
Feliz año nuevo para los huérfanos de esperanzas, a los mendigos avergonzados de tener que pedir, a los caballeros de la noche y a las mujeres que nunca pudieron probar el alimento que llevan en sus senos.
Felicidades para los hombres adornados hasta el ridículo, ventajeros sin escrúpulos; los que nunca temen, excepto a la mirada acusadora del hijo y a la sonrisa despreciativa de las mujeres que no los quieren.
Sean felices las mujeres que mueren de amor y dolor por quienes no las merecen y que no saben que son tan hermosas y deseables.
Un buen año para los que no se embriagan con impertinencias y para quienes respetan la vida ajena.
Felicidades para quienes sueñan utopías, hacen de sus manos cinceles y riegan con su sangre las ideas que defienden.
Muchas felicidades para los viejos que no se disfrazan de jóvenes y los jóvenes que no se sientes viejos. Sus corazones tienen la edad de sus emociones.
Feliz año nuevo para los que al final de camino, con un pié en el sepulcro, aún creen que tienen cosas para compartir.
Un año muy feliz para todos los que prometimos ser mejores, menos dependientes, más generosos, solidarios en compartir nuestros bienes y dones.
Feliz 2011 para el País de los Argentinos, sin tormentas, inundaciones, sequías y otras calamidades. Que en el camino común de la vida nacional encontremos compasión, discernimiento, integridad, honradez y rectitud.
Hasta la próxima.
San Francisco, Córdoba, 19 de diciembre de 2010.
(*) Periodista.

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